Forma, de Vicente Aleixandre | Poema

    Poema en español
    Forma

    Se iba quedando callada 
    hasta que la sombra espesa 
    se hizo cuerpo tuyo. 
    ¡Ya te tengo! ¡Ya te tengo! 
    Aquí la sombra del cuarto, 
    piel fina, piel en mis dedos. 
    siente, tiembla. Fina seda 
    que palpita humanamente 
    entre mis dedos de nieve. 
    Mis dedos de hielo rizan 
    tu delicada quietud, 
    totalidad de este cuarto, 
    corporal y muda, extensa 
    sobre la estancia dormida. 
    Para mis ojos azules 
    tu negra forma se entrega, 
    cuajada y pura, inocente, 
    oh soledad de mi cuarto. 
    Pero no quiero mirarte. 
    A oscuras, paredes justas, 
    cámara, entraña, me aprietas; 
    te siento exacta y te amo, 
    cerrazón de vida y muerte, 
    negra posesión del aire, 
    sombra que habito y que siento 
    contra mi piel semejante. 
    Blancas paredes fronteras, 
    densa presencia estrechada, 
    cuerpo que ciego adivino 
    en mis sentidos dorados.

    Vicente Aleixandre nació en Sevilla en 1898. Pasó su infancia en Málaga y vivió casi toda su vida en Madrid, donde estudió Derecho y Comercio. En plena juventud, una enfermedad le obliga a interrumpir sus actividades profesionales. Colaboró en revistas como Revista de Occidente (en 1926), Litoral, Carmen, Verso y Prosa, Mediodía, entre otras. Su primer libro, Ámbito (1928), ya deja ver las señales de su mundo poético: claridad e inmensidad del paisaje, depurada y contenida emoción. Es en Espadas como labios (1932) donde, según Dámaso Alonso, se escuchan ecos de gritos desmesurados, que comienzan a esbozar el translúcido, romántico y unificado mundo de Vicente Aleixandre. Destrucción o el amor (1935), Premio Nacional de Literatura, concreta la "unicidad" de su poesía. Su obra, en definitiva, trata de la vida, el amor y la muerte. Considerado uno de los grandes poetas de la generación del 27, en 1977 obtuvo el Premio Nobel de Literatura. Falleció en Madrid en 1984.