Plenitud, de Victor Hugo | Poema

    Poema en español
    Plenitud

    Puesto que apliqué mis labios a tu copa llena aún, 
    y puse entre tus manos mi pálida frente; 
    puesto que alguna vez pude respirar el dulce aliento 
    de tu alma, perfume escondido en la sombra. 

    Puesto que me fue concedido escuchar de ti 
    las palabras en que se derrama el corazón misterioso; 
    ya que he visto llorar, ya que he visto sonreír, 
    tu boca sobre mi boca, tus ojos en mis ojos. 

    Ya que he visto brillar sobre mi cabeza ilusionada 
    un rayo de tu estrella, ¡ay!, siempre velada. 
    Ya que he visto caer en las ondas de mi vida 
    un pétalo de rosa arrancado a tus días, 

    puedo decir ahora a los veloces años: 
    ¡Pasad! ¡Seguid pasando! ¡Yo no envejeceré más! 
    Idos todos con todas nuestras flores marchitas, 
    tengo en mi álbum una flor que nadie puede cortar. 

    vuestras alas, al rozarlo, no podrán derramar 
    el vaso en que ahora bebo y que tengo bien lleno. 
    Mi alma tiene más fuego que vosotros ceniza. 
    Mi corazón tiene más amor que vosotros olvido.