Permíteme llegar hasta tus sueños para decirte azul y temerario unos versos de amor intermediarios entre tu corazón y mis empeños
Permíteme llegar a tus pupilas para regar de sol mis sementeras alcanza tu mirada transmarina para que vuelva a nacer la primavera.
Llegar hasta alcanzarte en la cornisa del mundo que diseñas con tu vuelo convocar a tu rosto una sonrisa que pinte de colores todo el cielo.
llegarme todo entero, estar contigo no importa ni en qué espacio ni en qué plano el asunto es ponerme como abrigo el calor de tu alma, de tus brazos y tu mano.
Mi intento es una trampa diminuta que aguzan mis deseos más aviesos porque hoy que tu belleza es absoluta quisiera endemoniarme con tus besos.
La ternura es una mano que se extiende en el vacío donde a veces nos hundimos por aquello de vivir, convirtiendo en mariposas, la rutina y el hastío y sembrándonos de rosas, los caminos a seguir.
Me llegará lentamente y me hallará distraído probablemente dormido sobre un colchón de laureles. Se instalará en el espejo, inevitable y serena y empezará su faena por los primeros bosquejos.