Apparebit repentina dies, de Alfonsa de la Torre | Poema

    Poema en español
    Apparebit repentina dies

    ¡Qué cansado está el cielo de ser cielo!, 
    de ser azul y negro, 
    de ser claro, 
    de ser cielo, 
    qué cansado está el cielo 

    ¡Qué cansadas las olas de ser olas!, 
    de ser olas inquietas, 
    de ser olas serenas, 
    de soñar siempre solas, 
    ¡qué cansadas las olas de ser olas 

    ¡Qué cansados los astros de ser astros!, 
    de ser brillantes astros, 
    de observar y alumbrar; 
    qué cansados los astros de ser castos, 
    de ser puros y altos, 
    qué cansados los astros! 

    ¡Qué cansada la tierra de ser tierra!, 
    de ser monte y ser piedra, 
    de ser cieno y ser niebla, 
    de ser dura y ser tierna, 
    ¡qué cansada la tierra! 

    ¡Qué cansados los ríos de seguir siendo ríos!, 
    qué cansados los ríos de ser bellos. 
    de correr sin descanso, 
    de saber sus remansos; 
    qué cansados los ríos de sus fríos. 
    ¡qué cansados los ríos! 

    ¡Qué cansada la luna de ser luna!, 
    de ser pálida y una, 
    de velarse con bruma, 
    de enjoyarse de estrellas, 
    de rielar en los lagos y en las dunas. 
    ¡qué cansada la luna de ser luna! 

    ¡Qué cansadas las flores de ser flores, 
    de sus tonos y olores, 
    de sorprender amores, 
    de sugerir imágenes, 
    ¡qué cansadas las flores de sus trajes! 

    ¡Qué cansado está el tiempo de ser tiempo!, 
    de ser tiempo y ser tanto, 
    de ser tiempo y ser largo, 
    de ser tiempo y ser viejo, 
    ¡qué cansado está el tiempo! 

    ¡Qué cansados los días de ser días!, 
    de volver a ser días, 
    de ver morir las yemas, 
    de ver nacer espinas, 
    de amontonar cenizas, 
    de acostarse entre ruinas. 
    qué cansados los días de ser días! 

    ¡Qué cansados los hombres de seguir siendo 
    hombres!, 
    de mirarse en espejos, 
    de saberse esqueletos, 
    de esperar a ser muertos, 
    de temerse deformes, 
    de matar y engendrar, 
    ¡qué cansados los hombres de ser hombres! 

    ¡Qué cansados los muertos de ser muertos!, 
    de ser polvo y ser muertos, 
    de ser amores muertos, 
    de ser recuerdos muertos, 
    de ser olvidos muertos, 
    (le llevar cuerpos muertos, 
    de aguardar sin luchar, 
    ¡qué cansados los muertos de ser muertos! 

    ¡Qué cansado está todo de ser nada!, 
    de soñar con ser algo y no ser nada, 
    qué cansado está todo de ser todo! 
    ¡qué cansado está todo! 
    Y qué ansias de alba tiene el polvo. 
    qué ansias de ser alba, 
    qué ardores de ser oro tiene todo, 
    qué instinto de ser vidrio y de ser gracia, 
    de ser colmo en su Dios; 
    de ser en Dios del todo,' 
    de ser árbol y brisa y arroyo en Dios, 
    de ser en Dios arroyo, 
    de ser fuente y ser mar. 
    de ser de veras algo, 
    de ser de cierto en Dios arroyo y luna, 
    pájaro y hombre en Dios, 
    nubes y tiempo, 
    fuego y eternidad, 
    ser en Dios todo, 
    alma y amor en Dios. 
    ser al fin algo. 
    ser al fin algo en Dios, 
    ser al fin todo.