El que tiene mujer moza y hermosa, de Anónimo | Poema

    Poema en español
    El que tiene mujer moza y hermosa

    —El que tiene mujer moza y hermosa 
    ¿qué busca en casa y con mujer ajena? 
    ¿La suya es menos blanca y más morena, 
    o floja, fría, flaca?– No hay tal cosa. 

    –¿Es desgraciada?– No, sino amorosa. 
    –¿Es mala?– No por cierto, sino buena. 
    Es una Venus, es una Sirena, 
    un blanco lirio, una purpúrea rosa. 

    —Pues ¿qué busca? ¿A dó va? ¿De dónde viene? 
    ¿Mejor que la que tiene piensa hallarla? 
    Ha de ser su buscar en infinito. 

    —No busca éste mujer, que ya la tiene. 
    Busca el trabajo dulce de buscalla, 
    que es lo que enciende al hombre el apetito. 

    «En la mayor parte de la historia, Anónimo era una mujer» Virginia Woolf

    • Un sueño soñaba anoche soñito del alma mía, 
      soñaba con mis amores, que en mis brazos los tenía. 
      Vi entrar señora tan blanca, muy más que la nieve fría. 
      -¿Por dónde has entrado, amor? ¿Cómo has entrado, mi vida? 
      Las puertas están cerradas, ventanas y celosías. 

    • En París está doña Alda, la esposa de don Roldán, 
      trescientas damas con ella para bien la acompañar: 
      todas visten un vestido, todas calzan un calzar, 
      todas comen a una mesa, todas comían de un pan. 
      Las ciento hilaban el oro, las ciento tejen cendal, 

    • Estando yo en la mi choza pintando la mi cayada, 
      las cabrillas altas iban y la luna rebajada; 
      mal barruntan las ovejas, no paran en la majada. 
      Vide venir siete lobos por una oscura cañada. 
      Venían echando suertes cuál entrará a la majada; 

    • ... Levantóse la casada 
      una mañana al jardín, 
      dicen que a gozar del fresco: 
      «¡Más le valiera dormir!» 
      Esperando a su galán 
      a sueño breve y sutil, 
      le ha dado amor mala noche. 
      «¡Más le valiera dormir!» 
      Sobre la madeja bella 

    • —Pregonadas son las guerras 
      de Francia con Aragón, 
      ¡cómo las haré yo, triste, 
      viejo y cano, pecador! 
      ¡No reventaras, condesa, 
      por medio del corazón, 
      que me diste siete hijas, 
      y entre ellas ningún varón! 

    • Lunes era, lunes 
      de Pascua florida, 
      guerrean los moros 
      los campos de Oliva. 
      ¡Ay campos de Oliva, 
      ay campos de Grana, 
      tanta buena gente 
      llevan cautivada! 
      ¡Tanta buena gente 
      que llevan cautiva!, 
      y entre ellos llevaban 

    banner cuadrado de Audible
    banner horizontal de Audible