Desnuda, casi desnuda; 
y los árboles cotillas 
a la ventana arrimaban, 
pícaros, su fronda pícara. 
Asentada en mi sillón, 
desnuda, juntó las manos. 
Y en el suelo, trepidaban, 
de gusto, sus pies, tan parvos. 
-Vi cómo, color de cera, 
un rayo con luz de fronda 
revolaba por su risa 
y su pecho -en la flor, mosca , 
-Besé sus finos tobillos. 
Y estalló en risa, tan suave, 
risa hermosa de cristal. 
desgranada en claros trinos... 
Bajo el camisón, sus pies 
-¡Basta, basta!» -se escondieron. 
-¡La risa, falso castigo 
del primer atrevimiento! 
Trémulos, pobres, sus ojos 
mis labios besaron, suaves: 
-Echó, cursi, su cabeza 
hacia atrás: «Mejor, si cabe...! 
Caballero, dos palabras...»» 
-Se tragó lo que faltaba 
con un beso que le hizo 
reírse... ¡qué a gusto estaba! 
-Desnuda, casi desnuda; 
y los árboles cotillas 
a la ventana asomaban, 
pícaros, su fronda pícara.
Arthur Rimbaud (1854-1891) fue un poeta francés conocido por su influencia sobre literatura y artes modernas, que prefiguraron el surrealismo. Comenzó a escribir a una edad muy temprana y destacó como estudiante, pero abandonó su educación formal en su adolescencia para huir de su hogar a París en medio de la Guerra franco-prusiana. Durante su adolescencia tardía y su edad adulta temprana comenzó la mayor parte de su producción literaria, luego dejó de escribir por completo a la edad de 20 años, después de reunir una de sus principales obras, Illuminations.