Qué noche de hojas suaves, de Aurelio Arturo | Poema

    Poema en español
    Qué noche de hojas suaves

    Qué noche de hojas suaves y de sombras 
    de hojas y de sombras de tus párpados, 
    la noche toda turba en ti, tendida, 
    palpitante de aromas y de astros. 

    El aire besa, el aire besa y vibra 
    como un bronce en el límite lontano 
    y el aliento en que fulgen las palabras 
    desnuda, puro, todo cuerpo humano. 

    Yo soy el que has querido, piel sinuosa, 
    yo soy el que tú sueñas, ojos llenos 
    de esa sombra tenaz en que boscajes 
    abren y cierran párpados serenos. 

    Qué noche de recónditas y graves 
    sombras de hojas, sombras de tus párpados: 
    está en la tierra el grito mío, ardiendo, 
    y quema tu silencio como un labio. 

    Era una noche y una noche nada 
    es, pregona en sus cántigas el viento: 
    aún oigo tu anhelar, tu germinar melódico 
    y tu rumor de dátiles al viento. 

    Y he de cantar en días derivantes 
    por ondas de oro, y en la noche abierta 
    que enturbiará de ti mi pensamiento, 
    he de cantar con voz de sobra llena. 

    Qué noche de hojas suaves y de sombras 
    de hojas y de sombras de tus párpados, 
    la noche toda turba en ti, tendida, 
    palpitante de aromas y de astros.