Noche del sentido, de Carlos Bousoño | Poema

    Poema en español
    Noche del sentido

    El olfato no huele, ojo no mira. 
    Ni gusta lengua ni conoce el seso. 
    Eso sabemos, corazón que aspira. 
    Tan sólo eso. 
    Quién pudiera cual tú mirar tan leve 
    esta colina que una paz ya toma: 
    mirar el campo con amor, con nieve: 
    poder llamarlo fresca luz, paloma. 

    Quién pudiera cual tú tocar tu mano, 
    saber que es mano y conocer su sino, 
    saber tu hueso fatigado, humano, 
    pensar el viento que en la noche vino. 

    Saber qué es este ruido, esta nonada, 
    este grito que nace de un abismo, 
    de una tristeza tan desconsolada 
    como el amor que surge de ti mismo. 

    Saber la luz y conocerla hermosa, 
    mirar el cuerpo y conocer su brío, 
    mirar la noche que en la paz reposa, 
    fuente sellada al pensamiento mío... 

    Mirarte a ti, mirar a tu ternura 
    cuando contemplas mi dolor humano 
    y me suavizas en la noche pura 
    con la caricia de tu blanca mano... 

    Quién pudiera decirte amor, abrigo 
    de mi vivir, y en lenta letanía 
    llamarte luz, nombrarte viento amigo, 
    campo feliz y cielo de armonía.