Estoy en la miseria Dios mío qué te importa Ya mi casa es un dulce terraplén de locura Un vuelo de lechuzas un río con el fondo lacrados en mi semblante... ¡Dios mío que te importa! Mi casa es un relincho de muerto monocromo cuna de remembranza gran rincón de dolor Allí ya no se duerme si no es para gritar con una boca hambrienta de espesas esperanzas Flores ayer y hoy sus faldas son escombros Mi rostro de color negro aguanta la puerta y al fin no sé qué hacer con tanta fotocopia ¡Estoy en la miseria! Se dice la miseria y nada es la miseria... ¡Dios mío qué miseria! Por el resuelto abismo subo las escaleras del torreón oculto para pedir limosna Entro llamo ay ay ¡Señorito! ¡Ay! ¡Ay! No puede ser así usted no se parece ¡Aparición! ¿Quién soy? Te pido yo una cama para abrigar mis labios con un sueño anticuado No te pongas así no te asustes de mí ¡Ayaymiseñoritoustedyanoeselmismo! Parece usted de veras un cansado harapiento Me da pena su ombligo lleno de soledad Ropa y candela diome y cené con la vieja con la comadre atónita que mientras como reza Riendo yo le explico «Soy el rey de las ruinas» Y ella plasma un quejido «¿Qué es eso señorito?»
Hueles de una manera diferente. Amar es una forma de olor. El cuerpo impone su presencia de aroma que subleva esa selva, ese bosque que somos. No te veo. No llego a tu contacto. Llegan flores raras, deshechas, invisibles.
Verdad que la mujer tiene siempre deseos ¡Oh rito infranqueable la mujer tiene brazos! Con frecuencia la miro deseando comprenderla cuando zumba el ataúd diurno del amor.
Estoy en la miseria Dios mío qué te importa Ya mi casa es un dulce terraplén de locura Un vuelo de lechuzas un río con el fondo lacrados en mi semblante... ¡Dios mío que te importa! Mi casa es un relincho de muerto monocromo
Eres ventana / niña / o sólo rosaleda ¡eres! y juegas en los arenales del tálamo con añicos de júbilo / desnuda y transparente en el crepúsculo dejando adrede tus joyas en el anaquel Ya no danzas más encendiendo tus brazos
Amo a una mujer de larga cabellera como en un lago me hundo en su rostro suave en su vientre mi frente boga con lentitud palpo muerdo acaricio volúmenes sedosos Registro cavidades me esponjo de su zumo mujer pantano mío araña tenebrosa