El rey de las ruinas, de Carlos Edmundo de Ory | Poema

    Poema en español
    El rey de las ruinas

    Estoy en la miseria Dios mío qué te importa 
    Ya mi casa es un dulce terraplén de locura 
    Un vuelo de lechuzas un río con el fondo 
    lacrados en mi semblante... ¡Dios mío que te importa! 
    Mi casa es un relincho de muerto monocromo 
    cuna de remembranza gran rincón de dolor 
    Allí ya no se duerme si no es para gritar 
    con una boca hambrienta de espesas esperanzas 
    Flores ayer y hoy sus faldas son escombros 
    Mi rostro de color negro aguanta la puerta 
    y al fin no sé qué hacer con tanta fotocopia 
    ¡Estoy en la miseria! Se dice la miseria 
    y nada es la miseria... ¡Dios mío qué miseria! 
    Por el resuelto abismo subo las escaleras 
    del torreón oculto para pedir limosna 
    Entro llamo ay ay ¡Señorito! ¡Ay! ¡Ay! 
    No puede ser así usted no se parece 
    ¡Aparición! ¿Quién soy? Te pido yo una cama 
    para abrigar mis labios con un sueño anticuado 
    No te pongas así no te asustes de mí 
    ¡Ayaymiseñoritoustedyanoeselmismo! 
    Parece usted de veras un cansado harapiento 
    Me da pena su ombligo lleno de soledad 
    Ropa y candela diome y cené con la vieja 
    con la comadre atónita que mientras como reza 
    Riendo yo le explico «Soy el rey de las ruinas» 
    Y ella plasma un quejido «¿Qué es eso señorito?»