Ante ti, de Carmen Conde | Poema

    Poema en español
    Ante ti

    Porque siendo tú el mismo, eres distinto 
    y distante de todos los que miran 
    esa rosa de luz que viertes siempre 
    de tu cielo a tu mar, campo que amo. 

    Campo mío, de amor nunca confeso; 
    de un amor recatado y pudoroso, 
    como virgen antigua que perdura 
    en mi cuerpo contiguo al tuyo eterno. 

    He venido a quererte, a que me digas 
    tus palabras de mar y de palmeras; 
    tus molinos de lienzo que salobres 
    me refrescan la sed de tanto tiempo. 

    Me abandono en tu mar, me dejo tuya 
    como darse hay que hacerlo para serte. 
    Si cerrara los ojos quedaría 
    hecha un ser y una voz: ahogada viva. 

    ¿He venido, y me fui; me iré mañana 
    y vendré como hoy...? ¿qué otra criatura 
    volverá para ti, para quedarse 
    o escaparse en tu luz hacia lo nunca? 

    • Ahora empezarás, mi vida, 
      a no dejarme vivir. 
      A que los días y sus noches sólo sean 
      el ahogo feroz de tu encuentro. 
      De tu incorporación a mí, 
      de tu revestimiento de mí. 
      A que mi sangre no sepa detenerse sola, 
      y se arroje a la tuya, a ti, 

    • Es igual que reír dentro de una campana: 
      sin el aire, ni oírte, ni saber a qué hueles. 
      Con gesto vas gastando la noche de tu cuerpo 
      y yo te transparento: soy tú para la vida. 

    • Cuando eres, como ahora, hermoso y fuerte, 
      yo te amo. 
      Cuando el viento se doblega para ti, 
      cuando a la tierra tú la rindes, yo te amo. 
      Yo te amo por osado, 
      y te amo por heroico, por audaz y porque ofreces 
      tu hermosura y tu valor. Por derramado. 

    • ¡Qué sorpresa tu cuerpo, qué inefable vehemencia! 
      Ser todo esto tuyo, poder gozar de todo 
      sin haberlo soñado, sin que nunca 
      un ligero esperar prometiera la dicha. 
      Esta dicha de fuego que vacía tu testa, 
      que te empuja de espaldas, 
      te derriba a un abismo