Fuera del mundo, ausente, mellada contra andamios, has nacido otra noche con tus venas azules, igual que un globo inflado, luna llena. Globo inflado te llamo, otros rostro de muerta, nave, farol, pandero, o blanca rebanada o novia o meretriz te llamaron por turno. A tu luz se acogieron deslumbrados, tristes y balbucientes los poetas, frioleros y turbios, estremecidos, los enamorados.
Te invocaron sin tregua a lo largo de un río subterráneo de palabras marchitas que viene desde Safo y Rosalía a morir en mi boca.
Jugamos a invocarte, levantamos antorchas de mentira que sólo manosean tu vestido de tul. Y tú, intacta y desnuda, te escapas, luna llena, subiendo apenas perceptiblemente, navegando la noche con oblicuo reflejo, como si nos oyeras, como si nos miraras.
Nadie te alcanzará, ni por tu hueco abierto a incógnitos paisajes ha atravesado nadie. Tú rozas con tu luz la otra ladera.
Fuera del mundo, ausente, mellada contra andamios, has nacido otra noche con tus venas azules, igual que un globo inflado, luna llena. Globo inflado te llamo, otros rostro de muerta, nave, farol, pandero, o blanca rebanada
No es Valium ni Orfidal, no me ha entendido. Se trata de la fe. Sí: de la fe. Comprendo que es muy tarde y no son horas de andar telefoneando a una farmacia con tales quintaesencias. Lo que yo necesito para entrar confiada en el vientre