Mi ración de alegría, de Carmen Martín Gaite | Poema

    Poema en español
    Mi ración de alegría

    Defiendo la alegría, 
    la precaria, amenazada, 
    difícil alegría, 
    al raso, limpia, en cueros, 
    mi ración de alegría. 

    No me arrastréis al pozo 
    de las verdes culebras. 

    No os arrojo a la cara mi alegría, 
    os la tiendo tan sólo 
    como una débil luz, como una mano. 

    No es ningún baluarte 
    ni ningún ofensivo privilegio, 
    es mi único utensilio cotidiano, 
    mi tela de labor. 

    No tengo otra bandera 
    y ostenta unos colores ya un poco desteñidos; 
    mirad que la levanto a duras penas, 
    contra viento y marea, 
    sin sombra alguna de provocación. 

    Es parcela pequeña, minifundio, 
    terreno sin cercados ni aparceros 
    que aro, riego y abono por mí misma, 
    con fe, de sol a sol. 

    Tomad el pobre o rico, 
    el cuestionable fruto 
    que desde ella os ofrezco, 
    pues sólo desde aquí 
    os consigo mirar, ayudar, 
    entender, 
    poner tal vez en claro alguna cosa. 

    No me la reprochéis ni adobéis de negrura 
    como un reducto inmundo, segregado; 
    ved que no la defienden 
    ni pinchos ni alambradas 
    y que podéis pasar aquí conmigo 
    al sol. 

    No me arrastréis al pozo 
    de las verdes culebras.