El hacha y el mango, de Félix María de Samaniego | Poema

    Poema en español
    El hacha y el mango

    Un hombre que en el bosque se miraba 
    con un hacha sin mango, suplicaba 
    a los árboles diesen la madera 
    que más sólida fuera 
    para hacerle uno fuerte y muy durable. 

    Al punto la arboleda innumerable 
    le cedió el acebuche, y él, contento, 
    perfeccionando luego su instrumento, 
    de rama en rama va cortando a gusto 
    del alto roble el brazo más robusto. 

    Y a los árboles todos recorría, 
    y mientras los mejores elegía, 
    dijo la triste Encina al Fresno: '¡Amigo, 
    infeliz del que ayuda a su enemigo!'