El zagal y las ovejas, de Félix María de Samaniego | Poema

    Poema en español
    El zagal y las ovejas

    Apacentando un Joven su ganado, 
    gritó desde la cima de un collado: 
    «¡Favor!, que viene el lobo, labradores». 
    Éstos, abandonando sus labores, 
    acuden prontamente, 
    y hallan que es una chanza solamente. 
    Vuelve a clamar, y temen la desgracia; 
    segunda vez los burla. ¡Linda gracia! 
    Pero ¿qué sucedió la vez tercera? 
    Que vino en realidad la hambrienta fiera. 
    Entonces el Zagal se desgañita, 
    y por más que patea, llora y grita, 
    no se mueve la gente escarmentada, 
    y el lobo le devora la manada. 
    ¡Cuántas veces resulta de un engaño, 
    contra el engañador el mayor daño!