El viejo y la muerte, de Felix Maria de Samaniego | Poema

    Poema en español
    El viejo y la muerte

    Entre montes, por áspero camino, 
    tropezando con una y otra peña, 
    iba un viejo cargado con su leña 
    maldiciendo su mísero destino. 
    Al fin cayó, y viéndose de suerte 
    que apenas levantarse ya podía, 
    llamaba con colérica porfía 
    una, dos y tres veces a la muerte. 
    Armada de guadaña, en esqueleto 
    La Parca se le ofrece en aquel punto; 
    pero el viejo, temiendo ser difunto, 
    lleno más de terror que de respeto, 
    trémulo la decía y balbuciente: 
    «Yo... señora... os llamé desesperado; 
    pero... -Acaba; ¿qué quieres, desdichado? 
    -Que me carguéis la leña solamente.» 
    Tenga paciencia quien se cree infelice; 
    que aun en la situación más lamentable 
    es la vida del hombre siempre amable: 
    El viejo de la leña nos lo dice.