¿Está usted loco? Loco está usted, loco, usted está usted, y yo no le digo nada. Quien diga lo contrario loco miente usted, está usted, usted está y yo soy el loco. Para estar hay que creer. ¿Loco? Espere usted.
Transcurrir en banquete o hambruna, vida requerida, dulce, insatisfactoria, limitada a intermitencias como lo está una cucharilla: liviana, ligera sólo contiene lo que no rebosa, agujero en potencia.
No puedo quitarme, no puedo sacar de mi cabeza la memoria flácida y marmórea carne más allá de esta frontera epidérmica que una viva imagen de muerte ignora.