A la edad de las mujeres, de Francisco de Quevedo | Poema

    Poema en español
    A la edad de las mujeres

    De quince a veinte es niña; buena moza 
    de veinte a veinticinco, y por la cuenta 
    gentil mujer de veinticinco a treinta. 
    ¡Dichoso aquel que en tal edad la goza! 

    De treinta a treinta y cinco no alboroza; 
    mas puédese comer con sal pimienta; 
    pero de treinta y cinco hasta cuarenta 
    anda en vísperas ya de una coroza. 

    A los cuarenta y cinco es bachillera, 
    ganguea, pide y juega del vocablo; 
    y cumplidos los cincuenta, da en santera, 

    y a los cincuenta y cinco echa el retablo. 
    Niña, moza, mujer, vieja, hechicera, 
    bruja y santera, se la lleva el diablo.

    Francisco de Quevedo (Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, 1645) estudió en las universidades de Alcalá de Henares y Valladolid, ciudad en la que empezó a nacer su fama de gran poeta, para luego continuar su formación y sus trabajos como literato y traductor en Madrid en 1606, de entre los que destaca la primera versión en nuestra lengua de la obra de Anacreonte, encargada por el duque de Osuna. De su mano, participó como secretario de estado en las intrigas entre las repúblicas italianas en 1613, lo que le valió para ingresar como caballero, tres años más tarde, en la Orden de Santiago. Contemporáneo de Lope de Vega o Luis de Góngora, se cuenta, como ellos, entre los más destacados escritores del Siglo de Oro español.