Alzó Venus las faldas por un lado,
de que el herrero sucio, enternecido
por el botín que descubierto vido,
quiso al momento dárselo cerrado.
Arrojó las tenazas, denodado,
lleno de tizne y del hollín vestido;
tentó la hornaza do salió Cupido,
y echó las bragas y el mandil a un lado.
Sintiose Venus porque tal hacía
y al defenderse tuvo manos mancas
por estallo la puta deseando;
por más que dijo que era porquería,
se estuvo queda y alargó las ancas
al ajo y queso de que fue gustando,
has que, en acabando,
dijo la puta: «Bien está lo hecho;
que no cabe en un saco honra y provecho.»