En lo penoso de estar enamorado, de Francisco de Quevedo | Poema

    Poema en español
    En lo penoso de estar enamorado

    ¡Qué verdadero dolor, 
    y qué apurado sufrir! 
    ¡Qué mentiroso vivir! 
    ¡Qué puro morir de amor! 

    ¡Qué cuidados a millares! 
    ¡Qué encuentros de pareceres! 
    ¡Qué limitados placeres, 
    y qué colmados pesares! 

    ¡Que amor y qué desamor! 
    ¡Qué ofensas, qué resistir! 
    ¡Qué mentiroso vivir, 
    qué puro morir de amor! 

    ¡Qué admitidos devaneos! 
    ¡Qué amados desabrimientos! 
    ¡Qué atrevidos pensamientos 
    y qué cobardes deseos! 

    ¡Qué adorado disfavor! 
    ¡Qué enmudecido sufrir! 
    ¡Qué mentiroso vivir! 
    ¡Qué puro morir de amor! 

    ¡Qué negociados engaños 
    y qué forzosos tormentos! 
    ¡Qué aborrecidos alientos 
    y qué apetecidos daños! 

    ¡Y qué esfuerzo y qué temor! 
    ¡Qué no ver, qué prevenir! 
    ¡Qué mentiroso vivir! 
    ¡Qué puro morir de amor! 

    ¡Qué enredos, ansias, asaltos, 
    y qué conformes contrarios! 
    ¡Qué cuerdos, qué temerarios! 
    ¡Qué vida de sobresaltos! 

    Y que no hay muerte mayor 
    que el tenerla y no morir. 
    ¡Qué mentiroso vivir! 
    ¡Qué puro morir de amor!

    Francisco de Quevedo (Madrid, 1580 - Villanueva de los Infantes, 1645) estudió en las universidades de Alcalá de Henares y Valladolid, ciudad en la que empezó a nacer su fama de gran poeta, para luego continuar su formación y sus trabajos como literato y traductor en Madrid en 1606, de entre los que destaca la primera versión en nuestra lengua de la obra de Anacreonte, encargada por el duque de Osuna. De su mano, participó como secretario de estado en las intrigas entre las repúblicas italianas en 1613, lo que le valió para ingresar como caballero, tres años más tarde, en la Orden de Santiago. Contemporáneo de Lope de Vega o Luis de Góngora, se cuenta, como ellos, entre los más destacados escritores del Siglo de Oro español.