La luz de estío nórdico es inmensa -y aquellas tardes que no mueren nunca. Tal la paz de después. Cuando ellas dicen casi el viejo secreto que buscamos siempre por sendas nuevas. Y ella habla, y me cuenta las imágenes que con ella recorren su camino: su camino, tan lento, por donde la conduzco hasta la cima. 'Siempre creo que me transformo. Nunca sabrás las cosas que me haces creer, cuerpo mío. Una vez yo fui Kensington, esa extensión de calles tortuosas, llenas de luz sin sol. Y hace un momento te digo que me he vuelto una flor amarilla.' Imágenes florales me son fáciles. Du bist wie eine Blume, y en la mano tengo aún el recuerdo de una flor carnívora, la cosa que se abre hasta una flor de húmeda carne, la corola abierta vasta increíblemente, para que yo, insecto, me entregue. Digo: 'Te conviertes en flor, y hacia aquí todo el cuerpo te sube'. Me equivoqué. Luz pura. Todos los dibujos que sé calcar, no sirven. Y corrige: 'No, no cuenta esa flor. Era del todo amarilla. Te me he vuelto una flor amarilla'.
La persiana, sin cerrar del todo, como un sobresalto que se contiene para no caer al suelo, no nos separa del aire. Mira, se abren treinta y siete horizontes rectos y delgados, pero el corazón los olvida. Sin nostalgia
La luz de estío nórdico es inmensa -y aquellas tardes que no mueren nunca. Tal la paz de después. Cuando ellas dicen casi el viejo secreto que buscamos siempre por sendas nuevas. Y ella habla, y me cuenta
Deja que vuelva atrás, hacia tu tiempo. Otra vez nos citamos donde siempre. Veo la negra pasarela -hierros delgados-, cielo blanco, hierba humilde en tierra de carbón, y oigo el silbido del expreso. A nuestro lado -hemos de hablarnos
Llegará el día más largo de algún larguísimo verano. Muy de mañana, antes que el teléfono llame a la playa o al bosque, nos iremos. Entre el vaho de las calles recién regadas atravesaremos la ciudad, hasta tomar el tren más lento que salga. Bajaremos
Ya sé que no le quieres. No lo digas a nadie Los tres, si tú me ayudas, guardamos el secreto. Nadie más ha de ver lo que tú y yo hemos visto. Se esconderá de todas las personas y cosas que antes eran amigas. Vendrán días de invierno,