Si a la región desierta, inhabitable, de Garcilaso de la Vega | Poema

    Poema en español
    Si a la región desierta, inhabitable

    Si a la región desierta, inhabitable, 
    por el hervor del sol demasïado 
    y sequedad d’aquella arena ardiente, 
    o a la que por el hielo congelado 
    y rigurosa nieve es intractable, 
    del todo inhabitada de la gente, 
       por algún accidente 
    o caso de fortuna desastrada, 
       me fuésedes llevada, 
    y supiese que allá vuestra dureza 
       estaba en su crüeza, 
    allá os iria a buscar, como perdido, 
    hasta morir a vuestros pies tendido. 
      Vuestra soberbia y condición esquiva 
    acabe ya, pues es tan acabada 
    la fuerza de en quien ha d’esecutarse; 
    mirá bien qu’el amor se desagrada 
    deso, pues quiere qu’el amante viva 
    y se convierta adó piense salvarse. 
       El tiempo ha de pasarse, 
    y de mis males arrepentimiento, 
       confusión y tormento 
    sé que os ha de quedar, y esto recelo, 
       que aun desto yo me duelo: 
    como en mí vuestros males son d’otra arte, 
    duélenme en más sensible y terna parte. 

      Así paso la vida acrecentando 
    materia de dolor a mis sentidos, 
    como si la que tengo no bastase, 
    los cuales para todo están perdidos 
    sino para mostrarme a mí cuál ando. 
    Pluguiese a Dios que aquesto aprovechase 
       para que yo pensase 
    un rato en mi remedio, pues os veo 
       siempre ir con un deseo 
    de perseguir al triste y al caído; 
       yo estoy aquí tendido, 
    mostrándoos de mi muerte las señales, 
    y vos viviendo sólo de mis males. 

      Si aquella amarillez y los sospiros, 
    salidos sin licencia de su dueño, 
    si aquel hondo silencio no han podido 
    un sentimiento grande ni pequeño 
    mover en vos que baste a convertiros 
    a siquiera saber que soy nacido, 
       baste ya haber sufrido 
    tanto tiempo, a pesar de lo que basto, 
       que a mí mismo contrasto, 
    dándome a entender que mi flaqueza 
       me tiene en la tristeza 
    en que estoy puesto, y no lo que yo entiendo: 
    así que con flaqueza me defiendo. 

      Canción, no has de tener 
    conmigo que ver más en malo o en bueno; 
       trátame como ajeno, 
    que no te faltará de quien lo aprendas. 
       Si has miedo que m’ofendas, 
    no quieras hacer más por mi derecho 
    de lo que hice yo, qu’el mal me he hecho.