Antes de ser maduro, de Jaime Gil de Biedma | Poema

    Poema en español
    Antes de ser maduro

    A José Antonio 
     
    Todavía la vieja tentación 
    de los cuerpos felices y de la juventud 
    tiene atractivo para mí, 
    no me deja dormir 
    y esta noche me excita. 

    Porque alguien contó historias 
    de pescadores en la playa, 
    cuando vuelven: la raya del amanecer 
    marcando, lívida, el límite del mar, 
    y asan sardinas frescas 
    en espetones, sobre la arena. 
    Lo imagino enseguida. 
    Y me coge un deseo de vivir 
    y ver amanecer, acostándote tarde, 
    que no está en proporción con la edad que ya tengo. 

    Aunque quizás alivie despertarse 
    a otro ritmo, mañana. 
    Liberado 
    de las exaltaciones de esta noche, 
    de sus fantasmas en blue jeans. 

    Como libros leídos han pasado los años 
    que van quedando lejos, ya sin razón de ser 
    —obras de otro momento. 
    Y el ansia de llorar 
    y el roce de la sábana, que me tenía inquieto 
    en las odiosas noches de verano, 
    el lujo de impaciencia y el don de la elegía 
    y el don de disciplina aplicada al ensueño, 
    mi fe en la gran historia... 
    Soldado de la guerra perdida de la vida, 
    mataron mi caballo, casi no lo recuerdo. 
    Hasta que me estremece 
    un ramalazo de sensualidad. 

    Envejecer tiene su gracias. 
    Es igual que de joven 
    aprender a bailar, plegarse a un ritmo 
    más insistente que nuestra experiencia. 
    Y procura también cierto instintivo 
    placer curioso, 
    una segunda naturaleza.

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