No inútilmente, de José Ángel Valente | Poema

    Poema en español
    No inútilmente

    Contemplo yo a mi vez la diferencia 
    entre el hombre y su sueño de más vida, 
    la solidez gremial de la injusticia, 
    la candidez azul de las palabras. 

    No hemos llegado lejos, pues con razón me dices 
    que no son suficientes las palabras 
    para hacernos más libres. 

    Te respondo 
    que todavía no sabemos 
    hasta cuándo o hasta dónde 
    puede llegar una palabra, 
    quién la recogerá ni de qué boca 
    con suficiente fe 
    para darle su forma verdadera. 

    Haber llevado el fuego un solo instante 
    razón nos da de la esperanza. 

    Pues más allá de nuestro sueño 
    las palabras, que no nos pertenecen, 
    se asocian como nubes 
    que un día el viento precipita 
    sobre la tierra 
    para cambiar, no inútilmente, el mundo.

    José Ángel Valente nació en Orense en 1929. Cursó estudios en las Universidades de Santiago de Compostela y Madrid, donde se licenció en Filología Románica. Enseñó algunos años en el Departamento de Español de la Universidad de Oxford, de la que recibió el grado de Master of Arts. Ha publicado los siguientes libros de poesía: A modo de esperanza (1955) (Premio Adonais 1954), Poemas a Lázaro (1960) (Premio de la Crítica), La memoria y los signos (1966), Siete representaciones (1967), Breve son (1968), Presentación y memorial para un monumento (1970), El inocente (1970), Treinta y siete fragmentos (1972), Interior con figuras (1976), Material memoria (1979), Mandorla (1982), El fulgor (1984), Al dios del lugar (1989), No amanece el cantor (1992) (Premio Nacional de Poesía) y Nadie (1996). Su obra poética en gallego se reúne en Cántigas de alén (1996). Reunió parte de sus ensayos en el volumen Las palabras de la tribu (1971). Es autor asimismo de un ensayo sobre Miguel de Molinos, que precede a una edición de escritos de dicho tratadista (1974) y del volumen de textos narrativos y poéticos en prosa El fin de la edad de plata (Seix Barral, 1973). Ha obtenido el Premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1988 y el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 1998.