Bendecimos el confort de las hormigas regulares y la noche incluso más triste que el papel absorbente después de la muerte de la palabra ahora que el silencio dulcemente deviene festín de pájaro entre los granos capricho de una prisión florida
Nuestros arroyos interiores están acordes en aplacar este molino de individuo único convidado que nos queda de aquello que ha partido sin pretexto hacia el invierno Sobre un dolor de antigua pradera las hormigas arrastran nuestras lágrimas de este a oeste
se ha ido por transparencia como las vagas promesas de un río más bien banal Hacía un calor de héroes mas el tiempo era pálido
Con una brizna de delicadeza y el insomnio de las lluvias que vuelve seda el reflejo de las catedrales agujereamos la esponja de nuestras plegarias para borrar el juramento de luna tejido en versos donde sus ojos amoblaron la esperanza de corrientes de aire
Porque él nos dejó su tristeza sentada al borde del cielo como un ángel obeso
He aquí el mar alzado en un abrir y cerrar de ojos de pastor He aquí el mar sin sueño como un gran miedo de tréboles en flor y en postura de tierra sumisa al parecer Ya se van con sus lanas de evidencia su nube y su labor
Suéñame suéñame aprisa estrella de tierra cultivada por mis párpados cógeme por mis asas de sombra alócame de alas de mármol ardiendo estrella estrella entre mis cenizas
Bendecimos el confort de las hormigas regulares y la noche incluso más triste que el papel absorbente después de la muerte de la palabra ahora que el silencio dulcemente deviene festín de pájaro
Elige tu más hermosa claridad y tu corazón preferido es hora de sentarse en medio de la vida ya no te queda sino el sentido de este poco de agua que azularon al temblar por ti los que te amaban tus cabellos son tan débiles que tu cabeza puede apenas sostener la noche
Donde hay un muerto hay un remordimiento. No basta haber empañado los vidrios más amargos, haber libertado los ríos de sus cursos, haber concebido un robo de corderos en la niebla.