El dios abandona a Antonio, de Konstantinos Kavafis | Poema

    Poema en español
    El dios abandona a Antonio

    Cuando, de pronto, a media noche oigas 
    pasar una invisible compañía 
    con exquisitas músicas y voces, 
    no lamentes en vano tu fortuna 
    que cede al fin, tus obras fracasadas, 
    los ilusorios planes de tu vida. 
    Como dispuesto de hace tiempo, como valiente, dile 
    adiós a Alejandría que se aleja. 
    Y sobre todo no te engañes: en ningún caso pienses 
    que es un sueño tal vez o que miente tu oído. 
    A tan vana esperanza no desciendas. 
    Como dispuesto de hace tiempo, como valiente, como 
    quien digno ha sido de tal ciudad, acércate 
    a la ventana. Y ten firmeza. Oye 
    con emoción, mas nunca 
    con el lamento y quejas del cobarde, 
    goza por vez final los sones, 
    la música exquisita de la tropa divina, 
    despide a Alejandría que así pierdes.

    Konstantinos Kavafis (Alejandría, 1863 -1933) Poeta griego. Fue el menor de una familia de nueve hermanos. Su padre, Juan Cavafis, fue comerciante y su madre, Jariclea Fotiadis, procedía de una familia noble de Constantinopla. Tras la muerte de su padre, acaecida el 10 de agosto de 1870, se trasladó a Inglaterra, donde permaneció en Liverpool y Londres desde 1872 a 1878. Inició sus estudios y aprendió con total perfección la lengua inglesa. Después, regresó a Alejandría y completó sus estudios. En 1882, debido a los disturbios políticos que acabaron con la ocupación de Egipto por los ingleses, abandonó de nuevo su ciudad natal. La familia se trasladó a Constantinopla y permaneció allí hasta octubre de 1885. Después, regresó a Alejandría y sólo abandonó la ciudad con motivo de unos viajes que realizó a París en 1897, a Londres en 1901 y a Atenas en 1903. Sus primeras publicaciones comenzaron en 1886. Los poemas de esta primera época, románticos en su concepción, siguen la línea de D. Paparrigópulos, con evidentes influencias de Hugo y Musset. En 1891 publicó en una hoja suelta un poema titulado Constructores y en 1896 escribió Murallas, un poema ya completamente cavafiano, donde ofrece la trágica realidad de la vida, el aislamiento del mundo y la soledad existencial. Cavafis renegó de muchas obras, que no llegó a publicar. El corpus de los poemas "reconocidos" suman un total de ciento cincuenta y cuatro, todos ellos breves. Sus poemas circularon en pequeñas hojas sueltas y en privado. En 1904, en un pequeño fascículo, publicó catorce poemas y en 1910 los volvió a publicar añadiendo siete más. Desde 1912 publicó hojas sueltas con las que compuso colecciones, ordenándolas cronológicamente o temáticamente.