Esperando a los bárbaros, de Konstantinos Kavafis | Poema

    Poema en español
    Esperando a los bárbaros

    -¿Qué esperamos congregados en el foro? 
    Es a los bárbaros que hoy llegan. 

    -¿Por qué esta inacción en el Senado? 
    ¿Por qué están ahí sentados sin legislar los Senadores? 
    Porque hoy llegarán los bárbaros. 
    ¿Qué leyes van a hacer los senadores? 
    Ya legislarán los bárbaros, cuando lleguen. 

    -¿Por qué nuestro emperador madrugó tanto 
    y en su trono, a la puerta mayor de la ciudad, 
    está sentado, solemne y ciñendo su corona? 
    Porque hoy llegarán los bárbaros. 
    Y el emperador espera para dar 
    a su jefe la acogida. Incluso preparó, 
    para entregárselo, un pergamino. En él 
    muchos títulos y dignidades hay escritos. 

    -¿Por qué nuestros dos cónsules y pretores salieron 
    hoy con rojas togas bordadas; 
    por qué llevan brazaletes con tantas amatistas 
    y anillos engastados y esmeraldas rutilantes; 
    por qué empuñan hoy preciosos báculos 
    en plata y oro magníficamente cincelados? 
    Porque hoy llegarán los bárbaros; 
    y espectáculos así deslumbran a los bárbaros. 

    -¿Por qué no acuden, como siempre, los ilustres oradores 
    a echar sus discursos y decir sus cosas? 
    Porque hoy llegarán los bárbaros y 
    les fastidian la elocuencia y los discursos. 

    -¿Por qué empieza de pronto este desconcierto 
    y confusión? (¡Qué graves se han vuelto los rostros!) 
    ¿Por qué calles y plazas aprisa se vacían 
    y todos vuelven a casa compungidos? 
    Porque se hizo de noche y los bárbaros no llegaron. 
    Algunos han venido de las fronteras 
    y contado que los bárbaros no existen. 

    ¿Y qué va a ser de nosotros ahora sin bárbaros? 
    Esta gente, al fin y al cabo, era una solución.

    Konstantinos Kavafis (Alejandría, 1863 -1933) Poeta griego. Fue el menor de una familia de nueve hermanos. Su padre, Juan Cavafis, fue comerciante y su madre, Jariclea Fotiadis, procedía de una familia noble de Constantinopla. Tras la muerte de su padre, acaecida el 10 de agosto de 1870, se trasladó a Inglaterra, donde permaneció en Liverpool y Londres desde 1872 a 1878. Inició sus estudios y aprendió con total perfección la lengua inglesa. Después, regresó a Alejandría y completó sus estudios. En 1882, debido a los disturbios políticos que acabaron con la ocupación de Egipto por los ingleses, abandonó de nuevo su ciudad natal. La familia se trasladó a Constantinopla y permaneció allí hasta octubre de 1885. Después, regresó a Alejandría y sólo abandonó la ciudad con motivo de unos viajes que realizó a París en 1897, a Londres en 1901 y a Atenas en 1903. Sus primeras publicaciones comenzaron en 1886. Los poemas de esta primera época, románticos en su concepción, siguen la línea de D. Paparrigópulos, con evidentes influencias de Hugo y Musset. En 1891 publicó en una hoja suelta un poema titulado Constructores y en 1896 escribió Murallas, un poema ya completamente cavafiano, donde ofrece la trágica realidad de la vida, el aislamiento del mundo y la soledad existencial. Cavafis renegó de muchas obras, que no llegó a publicar. El corpus de los poemas "reconocidos" suman un total de ciento cincuenta y cuatro, todos ellos breves. Sus poemas circularon en pequeñas hojas sueltas y en privado. En 1904, en un pequeño fascículo, publicó catorce poemas y en 1910 los volvió a publicar añadiendo siete más. Desde 1912 publicó hojas sueltas con las que compuso colecciones, ordenándolas cronológicamente o temáticamente.