Deshaced ese verso. Quitadle los caireles de la rima, el metro, la cadencia y hasta la idea misma. Aventad las palabras, y si después queda algo todavía, eso será la poesía.
II
Poesía, tristeza honda y ambición del alma, cuándo te darás a todos... a todos, al príncipe y al paria, a todos... sin ritmo y sin palabras!
III
Sistema, poeta, sistema. Empieza por contar las piedras, luego contarás las estrellas.
IV
Poeta ni de tu corazón, ni de tu pensamiento. Entre todos los hombres las labraron y entre todos los hombres en los huesos de tus costillas las hincaron. La mano más humilde te ha clavado un ensueño... una pluma de amor en el costado.
V
No andes errante... y busca tu camino. -Dejadme-. Ya vendrá un viento fuerte que me lleve a mi sitio.
Pasan los días y los años, corre la vida y uno no sabe por qué vive... Pasan los días y los años, llega la muerte y uno no sabe por qué muere. Y un día el hombre se pone a llorar sin más ni más, sin saber por qué llora por quién llora...
Nadie fue ayer, ni va hoy, ni irá mañana hacia Dios por este mismo camino que yo voy. Para cada hombre guarda un rayo nuevo de luz el sol... y un camino virgen Dios.
He llegado al final... ¿Quién me ha traído hasta aquí... y por qué me han traído hasta aquí? Yo no quería cantar... Y ahora parece que este era solo mi destino: cantar, rezar, gritar, llorar, blasfemar... Y con una voz de publicano,