Nada tiene seguro El hombre ni flaqueza Ni fuerza ni corazón Si cree abrir los brazos Una cruz es su sombra Cuando quiere ceñir Su vida la destruye Es su vida un extraño Doloroso divorcio Que no hay amor feliz
Se parece su vida A soldados sin armas Que se hubiera vestido Para muy otro fin De qué puede servirles Alzarse de mañana Para hallarse a la tarde Desarmados sin fe Repetid «vida mía» Y contened el llanto Que no hay amor feliz
Amor mi bello amor Desgarradura mía Yo te llevo en mi ser Como pájaro herido y aquéllos sin saber Miran cómo pasamos Diciendo tras de mí Palabras que he trenzado y por tus grandes ojos Murieron sin vivir Que no hay amor feliz
De aprender a vivir No hay tiempo es tarde Lloremos en la noche Nuestro llanto al unísono Con cuántas pesadumbres Pagamos un temblor Y con cuántos dolores La mínima canción Por un son de guitarra Cuánto hay que gemir Que no hay amor feliz
Que no hay nunca amor Que no sea un dolor Que no hay nunca amor Que no nos llegue a herir Que no hay nunca amor Que no pueda humillar Ni el amor a la patria Más que el amor a ti Que no hay nunca amor Que no haga llorar
Nada tiene seguro El hombre ni flaqueza Ni fuerza ni corazón Si cree abrir los brazos Una cruz es su sombra Cuando quiere ceñir Su vida la destruye Es su vida un extraño Doloroso divorcio Que no hay amor feliz
El grado más alto de la tristeza tanto puede ser un general ciego mendigando a través de las islas como hacia las 3 de la mañana la avenida de la Ópera No hay límites para la melancolía humana Se cuenta siempre con una piedra para colocar sobre la pirámide
Qué sería sin ti que viniste a mi encuentro. Qué sería sin ti sino un corazón durmiente. Sino esta hora parada en la esfera del reloj Qué sería sin ti sino ese balbuceo.
El que en el Cielo creía, el que no creía en él, los dos con idolatría amaban a la rehén. Uno a mirarla subía, otro tendíase al pie: el que en el Cielo creía, el que no creía en él.