Decidme cómo es un árbol, contadme el canto de un río cuando se cubre de pájaros, habladme del mar, habladme del olor ancho del campo de las estrellas, del aire. Recitadme un horizonte sin cerradura y sin llave como la choza de un pobre, decidme cómo es el beso de una mujer, dadme el nombre del amor no lo recuerdo.
¿Aún las noches se perfuman de enamorados tiemblos de pasión bajo la luna o solo queda esta fosa, la luz de una cerradura y la canción de mi rosa?
22 años, ya olvidé la dimensión de las cosas, su olor, su aroma, escribo a tientas el mar, el campo, el bosque, digo bosque y he perdido la geometría del árbol.
Hablo por hablar asuntos que los años me olvidaron.
No puedo seguir: escucho los pasos del funcionario.
Sí, lo comprendo. Tú llevas una cruz sobre tu pecho, tú rezas con fervor todos los días, no esperas tu cosecha en este mundo: hay ángeles que siegan con sus alas las azules espigas de tus sueños. Está bien.
La tierra no es redonda: es un patio cuadrado donde los hombres giran bajo un cielo de estaño. Soñé que el mundo era un redondo espectáculo envuelto por el cielo, con ciudades y campos en paz, con trigo y besos,
Decidme cómo es un árbol, contadme el canto de un río cuando se cubre de pájaros, habladme del mar, habladme del olor ancho del campo de las estrellas, del aire. Recitadme un horizonte sin cerradura y sin llave como la choza de un pobre,