Sonámbula, de María Beneyto | Poema

    Poema en español
    Sonámbula

    Pasar cantando así, bajo la noche 
    como yo canto, como un ave ciega 
    que fuera hacia la luz por puro instinto, 
    ¿os puede ser ofensa, compañeros? 

    Vosotros que vivís al borde mismo 
    del precipicio, que tenéis la casa 
    ya inclinada del lado del vacío, 
    ¿perdonaréis que cante en esta hora? 

    Yo me inclino también. Pero no temo. 
    Allá en mi densa flora voy dormida 
    encerrada en paisajes de cretona 
    como en reales, sólidas prisiones. 

    No me digáis que entierre también esto 
    –la sencilla y absurda melodía 
    que me queda– después de darles tierra 
    a tantas hermosuras derruidas. 

    Mi canto es la primera voz del agua 
    corriendo entre las hierbas y las piedras. 
    No sabe detenerse, no se acaba. 
    Fluye, como yo fluyo en su corriente. 

    Estoy recuperando del olvido 
    el nombre primitivo de la vida. 
    Canto las cosas y los seres hondos 
    que no poseen voz o la perdieron. 

    ¿Me oís cantar, sonámbula, en la noche 
    todavía rayada por la luna 
    segura, solitaria y aislada 
    con la voz de algún pájaro en desvelo? 

    Hasta el final he de cantar. Dormida. 
    Yo pasaré afirmándome tan sólo 
    por esta voz que me sostiene y guía, 
    delgada voz de amor fosforescente. 

    Y hasta en el caos, si es que el caos llega, 
    dejaré en la canción mi señal viva 
    como medida de esto inagotable 
    que en humano llamamos esperanza.