Me gusta que usted... Me gusta que Usted, no esté enfermo por mí(2) Y que yo tampoco me enferme por Usted, Que nunca el pesado globo de la tierra Se escurra bajo nuestros pies. Me gusta que pueda ser ridcula, perversa
Y buscar palabras adecuadas Y no ponerme roja con ola sofocante Si apenas nuestras mangas se rozaran.
Me gusta que delante de mí Usted pueda abrazar Tranquilamente a otra mujer, No me condena a arder en el infierno Por no besarlo a Usted. Y que mi cariñoso nombre, mi Cariño No recuerde ni en la noche ni en el día... Que nunca sobre nosotros, en el silencio de la catedral, Cantarán el Aleluya.
Gracias a Usted -con mi mano sobre el corazón- Que no sabe lo mucho que me ama: Por mis noches tranquilas, Por los encuentros de las crepusculares horas, Por nuestros no paseos bajo la luna, Por el sol que no existe encima de nosotros, Por el dolor que no siente, lamentablemente, usted por mí, Por el dolor que no siento, lamentablemente, por Usted.
Me gusta que usted... Me gusta que Usted, no esté enfermo por mí(2) Y que yo tampoco me enferme por Usted, Que nunca el pesado globo de la tierra Se escurra bajo nuestros pies. Me gusta que pueda ser ridcula, perversa