Al túmulo del rey Felipe II en Sevilla, de Miguel de Cervantes | Poema

    Poema en español
    Al túmulo del rey Felipe II en Sevilla

    «¡Voto a Dios que me espanta esta grandeza 
    y que diera un doblón por describilla! 
    Porque ¿a quién no sorprende y maravilla 
    esta máquina insigne, esta riqueza? 

    »Por Jesucristo vivo, cada pieza 
    vale más de un millón, y que es mancilla 
    que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla!, 
    Roma triunfante en ánimo y nobleza. 

    »Apostaré que el ánima del muerto, 
    por gozar este sitio, hoy ha dejado 
    la gloria donde vive eternamente». 

    Esto oyó un valentón y dijo: «Es cierto 
    cuanto dice voacé, seor soldado, 
    y el que dijere lo contrario miente». 

    Y luego, in continente, 
    caló el chapeo, requirió la espada, 
    miró al soslayo, fuese y no hubo nada.