Cuando la Taciturna llegue y decapite los tulipanes, ¿Quién saldrá ganando? ¿Quién saldrá perdiendo? ¿Quién se asomará a la ventana? ¿Quién pronunciará primero su nombre?
Alguien que es portador de mis cabellos. Los lleva como se lleva a los muertos en las manos. Los lleva como llevó el cielo mis cabellos aquel año en que amé. Los lleva así por vanidad.
Ese saldrá ganando. No saldrá perdiendo. No se asomará a la ventana. No pronunciará su nombre.
Es alguien que está en posesión de mis ojos. Los tiene desde que se cierran los portones. Los lleva en los dedos, como anillos. Los lleva como añicos de fruición y zafiro: era ya mi hermano en otoño; y ya cuenta los días y las noches.
Ese saldrá ganando. No saldrá perdiendo. No se asomará a la ventana. Pronunciará su nombre el último.
Es alguien que tiene lo que dije. Lo lleva bajo el brazo, como un bulto. Lo lleva como el reloj su peor hora. Lo lleva de umbral en umbral, mas no lo arroja.
Ese no saldrá ganando. Saldrá perdiendo. Se asomará a la ventana. Pronunciará su nombre el primero.
Cuando la Taciturna llegue y decapite los tulipanes, ¿Quién saldrá ganando? ¿Quién saldrá perdiendo? ¿Quién se asomará a la ventana? ¿Quién pronunciará primero su nombre?
Negra leche del alba la bebemos al atardecer la bebemos a mediodía y en la mañana y en la noche bebemos y bebemos cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe
Maligna como palabra de oro esta noche comienza. Comemos las manzanas de los mudos. Hacemos un trabajo que bien puede dejarse a su fortuna; en pie permanecemos en el otoño de nuestros tilos, como rojas banderas pensativas, como abrasados huéspedes del Sur.