Negra leche del alba la bebemos al atardecer la bebemos a mediodía y en la mañana y en la noche bebemos y bebemos cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus mastines silba a sus judíos hace cavar una tumba en la tierra ordena tocad para la danza
Negra leche del alba te bebemos de noche te bebemos en la mañana y al mediodía te bebemos al atardecer bebemos y bebemos Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe escribe al oscurecer en Alemania tus cabellos de oro Margarete tus cabellos de ceniza Sulamita cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él Grita cavad unos la tierra más profunda y los otros cantad sonad empuña el hierro en la cintura lo blande sus ojos son azules cavad unos más hondo con las palas y los otros tocad para la danza
Negra leche del alba te bebemos de noche te bebemos al mediodía y la mañana y al atardecer bebemos y bebemos un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete tus cabellos de ceniza Sulamita él juega con las serpientes Grita sonad más dulcemente la muerte la muerte es un maestro venido de Alemania grita sonad con más tristeza sombríos violines y subiréis como humo en el aire y tendréis una tumba en las nubes no se yace estrechamente allí
Negra leche del alba te bebemos de noche te bebemos a mediodía la muerte es un maestro venido de Alemania te bebemos en la tarde y la mañana bebemos y bebemos la muerte es un maestro venido de Alemania sus ojos son azules te hiere con una bala de plomo con precisión te hiere un hombre habita en la casa tus cabellos de oro Margarete azuza contra nosotros sus mastines nos sepulta en el aire juega con las serpientes y sueña la muerte es un maestro venido de Alemania tus cabellos de oro Margarete tus cabellos de ceniza Sulamita
Cuando la Taciturna llegue y decapite los tulipanes, ¿Quién saldrá ganando? ¿Quién saldrá perdiendo? ¿Quién se asomará a la ventana? ¿Quién pronunciará primero su nombre?
Maligna como palabra de oro esta noche comienza. Comemos las manzanas de los mudos. Hacemos un trabajo que bien puede dejarse a su fortuna; en pie permanecemos en el otoño de nuestros tilos, como rojas banderas pensativas, como abrasados huéspedes del Sur.
Negra leche del alba la bebemos al atardecer la bebemos a mediodía y en la mañana y en la noche bebemos y bebemos cavamos una tumba en el aire no se yace estrechamente en él Un hombre habita en la casa juega con las serpientes escribe