Te amo por todas las mujeres que no he conocido. Te amo por todos los tiempos que no he vivido. Por el olor del mar inmenso y el olor del pan caliente. Por la nieve que se funde por las primeras flores. Por los animales puros que el hombre no persigue. Te amo por amar. Te amo por todas las mujeres que no amo.
Quién me refleja sino tú misma me veo tan poco sin ti no veo más que una planicie desierta. Entre antes y ahora están todas estas muertes que he sorteado sobre paja. No he podido atravesar el muro de mi espejo. Tuve que aprender la vida como se olvida palabra por palabra
Te amo por tu sabiduría que no me pertenece. Te amo contra todo lo que no es más que ilusión. Por el corazón inmortal que no poseo crees ser la duda y no eres sino razón. Eres el sol que me sube a la cabeza cuando estoy seguro de mí.
Ella vive de pie sobre mis párpados Sus cabellos están entre los míos Tiene la forma exacta de mis manos Y el color de mis ojos que la miran Ella se hunde entre mi propia sombra Como una piedra en el azul del cielo.
Te amo por todas las mujeres que no he conocido. Te amo por todos los tiempos que no he vivido. Por el olor del mar inmenso y el olor del pan caliente. Por la nieve que se funde por las primeras flores. Por los animales puros que el hombre no persigue.
Lágrimas de los ojos, los infortunios de los infortunados, Infortunios sin interés y lágrimas sin color. Él no pide nada, no es insensible, Está triste en prisión y triste si está libre.
Creí que me rompería lo inmenso lo profundo. Con mi pena desnuda, sin contacto, sin eco, me tendí en mi prisión de puertas vírgenes como un muerto sensato que había sabido morir. Un muerto coronado sólo de su nada... Me tendí sobre las olas absurdas del verano