Ella vive de pie sobre mis párpados Sus cabellos están entre los míos Tiene la forma exacta de mis manos Y el color de mis ojos que la miran Ella se hunde entre mi propia sombra Como una piedra en el azul del cielo.
Ella tiene los ojos siempre abiertos Y me impide dormir con su mirada A plena luz sus sueños luminosos Hacen evaporar todos los soles Sus sueños me hacen sollozar reír Y hablar sin tener nada que decir...
Ella vive de pie sobre mis párpados Sus cabellos están entre los míos Tiene la forma exacta de mis manos Y el color de mis ojos que la miran Ella se hunde entre mi propia sombra Como una piedra en el azul del cielo.
Te amo por todas las mujeres que no he conocido. Te amo por todos los tiempos que no he vivido. Por el olor del mar inmenso y el olor del pan caliente. Por la nieve que se funde por las primeras flores. Por los animales puros que el hombre no persigue.
Lágrimas de los ojos, los infortunios de los infortunados, Infortunios sin interés y lágrimas sin color. Él no pide nada, no es insensible, Está triste en prisión y triste si está libre.
Creí que me rompería lo inmenso lo profundo. Con mi pena desnuda, sin contacto, sin eco, me tendí en mi prisión de puertas vírgenes como un muerto sensato que había sabido morir. Un muerto coronado sólo de su nada... Me tendí sobre las olas absurdas del verano