Ella vendrá, saladamente húmeda, de Rafael Guillén | Poema

    Poema en español
    Ella vendrá, saladamente húmeda

    Ella vendrá, saladamente húmeda, 
    tenuemente velada 
    por el polvo de agua que liberan 
    las olas al romper. 

    Uno por uno, intento 
    ir forzando los límites. Y espero. 
    No sé que espero, ni por qué. Es un modo 
    de reclamar mi parte de aventura. 

    Ella vendrá. Vendrá desde la noche. 
    Como un débil galope que se acerca. 
    Como el recuerdo de una risa. Como 
    el eco de las voces que, otros tiempos, 
    habitaron la casa abandonada. 
    Ella vendrá. Yo creo en el misterio. 

    La fe en lo transparente, en lo que existe 
    alrededor de la materia; el vago 
    presentimiento ilógico; el deseo 
    me salvará. Yo creo 
    en la otra mitad de lo visible. 

    Ella vendrá, saliendo del espejo. 
    Sonriendo desde un retrato antiguo. 
    Será un leve crujido en la escalera, 
    el ruido de unos pasos por el techo, 
    una cortina que se mueve, un vaso 
    de cristal que se rompe sin tocarlo. 

    Ella vendrá, como una paz lejana. 
    Vendrá como un aroma 
    de vaguadas y montes, cabalgando 
    a lomos de la tarde. 
    Ella vendrá al final, no sé por dónde; 
    tal vez por el atajo 
    de alguna dimensión desconocida. 

    Ser hombre es resistirse. 
    Ser hombre es cometer, conscientemente, 
    un pecado de lesa desmesura. 
    Ser hombre es ser testigo de lo absurdo. 

    Ella vendrá, engarzada en una chispa 
    de pedernal. Abriendo paso al rayo. 
    Deslumbrante en la proa 
    de una infinita luz que se aproxima.