Poema para la voz de Marilyn Monroe, de Rafael Guillén | Poema

    Poema en español
    Poema para la voz de Marilyn Monroe

    Tu voz. 
    Sólo tu tibia y sinuosa voz de leche. 
    Sólo un aliento gutural, silbante, 
    modulado entre carne, tiernamente 
    modulado entre almohadas 
    de incontenible pasmo, bordeando 
    las simas del gemido, 
    del estertor acaso. 
    Como un tacto de fina piel abierta. 
    Como un espeso y claro líquido absorbente 
    que envuelve tus adentros, que te sube 
    del sexo mismo hasta los labios, 
    que recorre tus dulces cavidades 
    antes de ser el soplo 
    caliente y sensorial que nos sumerge. 

    Tu masticada voz, que te desnuda 
    sutilmente, insidiosamente, como 
    si en derredor de tu cintura fuese 
    creando y disipando al mismo tiempo 
    mil velos transparentes de saliva. 

    Tu voz resuelta en quejas y mohines 
    que trasmina como un olor a cuerpo, 
    un tierno olor sedoso 
    que se propaga en ondas, que nos roza 
    tan delicadamente, que es posible 
    sentirlo por las manos y en las piernas. 

    Tu voz labial, visible, 
    como gustando el aire, como dando 
    forma a posibles moldes para besos. 
    Tu voz de oscura selva con riachuelos. 

    Clavado aquí, en mi hombría, 
    oigo tu voz, que late entre mis dientes, 
    y enmudezco la radio, y cierro el gesto. 
    Porque tú ya estás muerta; 
    porque hace largos meses que estás muerta 
    y aún es posible el grito enfebrecido. 

    Oigo tu voz carnal, y me pregunto 
    qué pasa aquí. Si acaso es esto un nuevo 
    pecado, o un castigo.