Dicen que no hablan las plantas, de Rosalía de Castro | Poema

    Poema en español
    Dicen que no hablan las plantas

    Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros, 
    ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros, 
    lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso, 
    de mí murmuran y exclaman: 
                —Ahí va la loca soñando 
    con la eterna primavera de la vida y de los campos, 
    y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos, 
    y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado. 

    —Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha, 
    mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula, 
    con la eterna primavera de la vida que se apaga 
    y la perenne frescura de los campos y las almas, 
    aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan. 

    Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños, 
    sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?

    Rosalía de Castro (Santiago de Compostela, 1837 - Padrón, 1885). Fue registrada como hija de padre desconocido. Estudia francés, dibujo y música, para la que está muy dotada. Viaja a Madrid en 1856 y se aloja en casa de una de sus tías: Carmen Lugín de Castro, madre del escritor Pérez Lugín. Su primer libro, La flor, recibe elogios de Manuel Martínez Murguía en La Iberia. En 1858, a los veintiún años, se casa con este destacado crítico en Madrid. Tuvo seis hijos a pesar de su tuberculosis. La primera hija nacería en Santiago, aunque luego el matrimonio residió por razones laborales en diferentes lugares. En 1871 se trasladan a La Coruña, donde Murguía ocupa diferentes cargos públicos. La escritora compatibiliza su trabajo con la vida familiar. Siempre que su salud empeoraba, regresaba a su pazo de Padrón. Allí murió de cáncer de útero en 1885 a los 48 años. Extraordinaria poeta, escribió dos poemarios en gallego, Cantares gallegos (1863) y Follas novas (1880), y varias obras en prosa, como El caballero de las botas azules, escrita en 1867.