Amistad de la luna, de Carolina Coronado | Poema

    Poema en español
    Amistad de la luna

    Esa oscura enfermedad 
    que llaman melancolía, 
    me trajo a la soledad, 
    a verte, luna sombría. 
    Ya seas amante doncella, 
    ya informe, negro montón 
    de tierra, que en forma bella 
    nos convierte la ilusión, 
    ni a sorprender tus amores 
    mis tristes ojos vinieron, 
    ni a saber si esos fulgores 
    son tuyos o te los dieron. 

    Ni a mí me importa que esté 
    tu luz viva o desmayada, 
    ni cuando te miro sé 
    si eres roja o plateada. 
    Yo busco tu compañía, 
    porque al fin, muda beldad, 
    es tu amistad menos fría 
    que otra cualquiera amistad. 

    Sé bien que todo el poder 
    de tu misterioso encanto 
    no alcanzará a detener 
    una gota de mi llanto, 
    mas yo no guardo consuelos 
    para este mal tan profundo. 

    Fijo la vista en los cielos 
    porque me importuna el mundo... 
    ¡Vergüenza del mundo es 
    si tiene mi pensamiento 
    que ir a buscarte al través 
    de las nubes y del viento, 
    y llevar hasta tu esfera 
    mi solitaria armonía, 
    para hallar la compañera 
    que escuche la pena mía! 
    Mas, pues no me da fortuna 
    otra más tierna amistad, 
    vengo con mis penas, luna, 
    a verte en la soledad. 



    Ermita de Bótoa, 1846