Poema de amor para todas las mujeres que he conocido, de Charles Bukowski | Poema

    Poema en español
    Poema de amor para todas las mujeres que he conocido

    todas las mujeres 
    todos los besos las 
    diferentes maneras de amar y 
    hablar y necesitar. 

    las orejas todas tienen 
    orejas y 
    gargantas y vestidos 
    y zapatos y 
    automóviles y ex 
    maridos. 

    por lo general 
    las mujeres son muy 
    cariñosas me recuerdan a 
    una tostada untada con mantequilla 
    derretida. 

    su mirada lo dice 
    todo: se han quedado 
    con ellas les han tomado 
    el pelo, no sé muy bien 
    cómo 
    ayudarlas. 

    soy 
    un cocinero pasable y me 
    gusta escuchar 
    pero nunca aprendí 
    a bailar... estaba ocupado 
    con cosas más importantes. 

    pero me lo he pasado bien en sus 
    camas 
    fumando cigarrillos 
    contemplando los 
    techos. no fui cruel ni 
    injusto, sólo 
    un estudiante. 

    sé que todas tienen 
    pies y caminan descalzas mientras 
    les miro las nalgas esquivas en la 
    oscuridad. sé que les gusto, algunas incluso 
    me quieren 
    pero quiero a muy 
    pocas. 

    algunas me dan naranjas y pastillas; 
    otras hablan en voz baja de 
    la infancia y de padres y 
    paisajes; algunas están casi 
    locas pero todas tienen 
    sentido; unas aman 
    bien, otras no 
    tanto; las mejores en la cama no siempre son 
    las mejores en otros 
    aspectos; al igual que yo, cada una tiene 
    límites y nos 
    calamos 
    enseguida. 

    todas las mujeres todas las 
    mujeres todos los 
    dormitorios 
    las alfombras las 
    fotos las 
    cortinas, es 
    como una iglesia sólo que 
    a veces se oyen 
    risas. 

    esas orejas esos 
    brazos esos 
    codos esas miradas 
    el cariño y 
    las esperas me han 
    hechizado me han 
    hechizado. 

    Charles Bukowski nació en Adernach, (1920-1994). Vivió en su infancia y adolescencia en un entorno familiar y social violento, hecho que marcaría el devenir de su posterior producción literaria. Pieza capital de la que se vino en llamar generación beat, su vida fue tan radical como las historias narradas en sus propias obras. Adicto al sexo, las drogas y el alcohol, su literatura, casi autobiográfica, es fiel reflejo de su lucha contra el aburguesamiento y la comodidad. Su realismo descarnado y lírico y su humor ácido y desencantado han influido en multitud de escritores de generaciones posteriores.

    • Di un recital de poesía el sábado pasado en 
      los bosques de las afueras de Santa Cruz 
      y estaba a punto de acabar 
      cuando oí un grito fuerte y largo 
      y una joven bastante guapa 
      corrió hacia mí 
      vestido largo y fuego en la mirada 
      y saltó al escenario 

    • deshecho, anclado he sacado de nuevo 
      la vieja libreta amarilla 
      escribo desde la cama 
      como hice el año 
      pasado. 

      Iré al médico 
      El lunes. 

      sí, doctor, las piernas flojas, vértigo, 
      dolor de cabeza y dolor de espalda 

    • ocurrió cuando vivía en DeLongpre 
      y escribía historias verdes para las revistas de sexo 
      nunca recibí una nota de rechazo 
      hasta el día en que recibí 
      una irritante: 
      «estimado Chinaski: 
      está bien escrita pero 
      insinuar que un tipo feo de su edad 

    • a los 16 años  
      durante la Depresión  
      llegué a casa borracho  
      y toda mi ropa  
      —pantalones cortos, camisas, calcetines—  
      la maleta y las páginas de  
      mis relatos  
      estaban desperdigadas por el  
      jardín de la entrada y toda la  
      calle.  

    banner cuadrado de Audible
    banner horizontal de Audible