La carne cubre el hueso y dentro le ponen un cerebro y a veces un alma, y las mujeres arrojan jarrones contra las paredes y los hombres beben demasiado y nadie encuentra al otro pero siguen buscando de cama en cama. La carne cubre el hueso y la carne busca algo más que carne.
No hay ninguna posibilidad: estamos todos atrapados por un destino singular. Nadie encuentra jamás al otro.
Los tugurios se llenan los vertederos se llenan los manicomios se llenan los hospitales se llenan las tumbas se llenan
la gente está exhausta, infeliz y frustrada, la gente es amarga y vengativa, la gente está engañada y temerosa, la gente es iracunda y mediocre y yo conduzco entre ellos en la autopista y ellos proyectan lo que les han dejado de sí mismos
Mis zapatos en el armario cual lirios olvidados, mis zapatos solos ahora mismo, cual perros paseando por avenidas muertas, y recibí una carta de una mujer en un hospital, amor, dice, amor, pero no le respondo, no me entiendo,
sin mucha elección y casi sin quererlo, él era un joven a bordo de un autobús que cruzaba Carolina del Norte rumbo a algún lugar y empezó a nevar y el autobús paró en un café sobre las colinas y los pasajeros entraron.
nunca antes había ocurrido y uno no sabe por qué ocurren tales cosas.
eran más o menos las 11 de la mañana y había salido del bar para tomar el aire. Danny salió y me puse a charlar con Danny. después salió Harry y se nos unió.
Oigo incluso como ríen las montañas arriba y abajo de sus azules laderas y abajo en el agua los peces lloran y toda el agua son sus lágrimas. Oigo el agua las noches que consumo bebiendo y la tristeza se hace tan grande