Una de las más ardientes, de Charles Bukowski | Poema

    Poema en español
    Una de las más ardientes

    Llevaba una peluca rubio platino 
    el rostro arreglado y empolvado 
    el lápiz de labios 
    pintaba 
    en sus labios, enormes 
    labios rojos. 

    Del cuello colgaban algunas arrugas 
    pero era la dueña de una cola 
    que envidiarían las pendejas 
    y sus piernas estaban muy bien formadas. 

    Usaba bombachas azules, las que bajé 
    y levantando su vestido y con la t.v. titilando 
    se la puse de parado 
    forcejeamos alrededor de la cama 
    (mis pensamientos: me estoy fifando una tumba, estoy 
    devolviendo la vida a los muertos, maravilloso 
    tan maravilloso… 
    igual que comer aceitunas frías en la madrugada 
    mientras la mitad de la ciudad arde en llamas.) 
    acabé. 

    Muchachos ustedes pueden quedarse con todas sus vírgenes 
    déjenme a mí las jóvenes calientes en tacos altos 
    que poseen culos que se olvidan de envejecer 

    por supuesto, después te despedís 
    o te emborrachas mucho 
    que viene a ser la misma 
    cosa. 

    Bebimos vino durante horas y miramos t.v. 
    y cuando nos metimos en la cama 
    a dormir todo el alcohol 
    ella no se sacó la dentadura postiza 
    en toda la noche.

    Charles Bukowski nació en Adernach, (1920-1994). Vivió en su infancia y adolescencia en un entorno familiar y social violento, hecho que marcaría el devenir de su posterior producción literaria. Pieza capital de la que se vino en llamar generación beat, su vida fue tan radical como las historias narradas en sus propias obras. Adicto al sexo, las drogas y el alcohol, su literatura, casi autobiográfica, es fiel reflejo de su lucha contra el aburguesamiento y la comodidad. Su realismo descarnado y lírico y su humor ácido y desencantado han influido en multitud de escritores de generaciones posteriores.

    • Di un recital de poesía el sábado pasado en 
      los bosques de las afueras de Santa Cruz 
      y estaba a punto de acabar 
      cuando oí un grito fuerte y largo 
      y una joven bastante guapa 
      corrió hacia mí 
      vestido largo y fuego en la mirada 
      y saltó al escenario 

    • ocurrió cuando vivía en DeLongpre 
      y escribía historias verdes para las revistas de sexo 
      nunca recibí una nota de rechazo 
      hasta el día en que recibí 
      una irritante: 
      «estimado Chinaski: 
      está bien escrita pero 
      insinuar que un tipo feo de su edad 

    • a los 16 años  
      durante la Depresión  
      llegué a casa borracho  
      y toda mi ropa  
      —pantalones cortos, camisas, calcetines—  
      la maleta y las páginas de  
      mis relatos  
      estaban desperdigadas por el  
      jardín de la entrada y toda la  
      calle.  

    • deshecho, anclado he sacado de nuevo 
      la vieja libreta amarilla 
      escribo desde la cama 
      como hice el año 
      pasado. 

      Iré al médico 
      El lunes. 

      sí, doctor, las piernas flojas, vértigo, 
      dolor de cabeza y dolor de espalda 

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