Poema de octubre, de Dylan Thomas | Poema

    Poema en español
    Poema de octubre

    Cumplía treinta años, mi aniversario despertó hacia el cielo 
    cuando oí cómo hacía señales la mañana 
    con la oración del agua y el grito de cornejas y gaviotas 
    y el roce de las barcas en el muro trenzado por las redes 
    desde el puerto y los bosques vecinos 
    y los mejillones en sus charcas y la playa con garzas clericales 
    para que en un segundo me pusiera de pie 
    y echara a andar en el pueblo todavía dormido. 

    Mi cumpleaños empezó con los pájaros acuáticos 
    y con pájaros de árboles alados que volaban mi nombre 
    sobre las granjas y los blancos caballos 
    y yo me levanté en el lluvioso otoño 
    y eché a andar en el chaparrón de todos mis días, 
    Era en la pleamar y las garzas buceaban cuando tomé el camino fronterizo 
    y aun estaban cerrados los portales del pueblo 
    mientras el pueblo se iba despertando. 

    Toda una primavera de alondras en una nube rodante 
    y las matas a orillas del camino desbordaban de mirlos silbadores 
    y el sol de octubre a la manera del verano 
    sobre el hombro del cerro 
    fueron climas amigos y hubo dulces cantores 
    que llegaron de pronto en aquella mañana por la que yo vagaba 
    y escuchaba cómo se escurría la lluvia; 
    frío, el viento soplaba 
    en el bosque, muy lejos, a mis pies. 

    Pálida lluvia sobre el puerto encogido 
    sobre la iglesia mojada por el mar, tan pequeña 
    que semejaba un caracol con sus cuernos a través de la niebla 
    y del castillo pardo como los búhos; 
    pero todos los jardines de primavera y de verano 
    florecían en los cuentos fantásticos 
    detrás de la frontera y abajo de la nube invadida de alondras. 
    Allí podía yo maravillarme 
    mi cumpleaños se iba yendo pero el tiempo giraba alrededor. 

    Girando me apartaba del país jubiloso 
    bajaba por el aire cambiado y por el cielo alterado de azul 
    fluía de nuevo una maravilla de verano 
    con manzanas y peras y grosellas rojas: 
    y vi tan claro en el rodar del tiempo 
    aquellas olvidadas mañanas cuando un niño paseaba con su madre 
    por entre las parábolas del sol 
    y las leyendas de las verdes capillas 

    y por los campos de la infancia ya dos veces contados 
    porque sus lágrimas quemaron mis mejillas y su corazón se conmovió en el mío. 
    Estos eran los bosques y era el río y el mar 
    allí donde un muchacho 
    en el verano atento de los muertos 
    murmuraba la verdad de su gozo 
    a los árboles, las piedras y el pez en la marea. 
    Y el misterio cantó vivo 
    en el agua y en el gorjeo de los pájaros. 

    Y allí podía yo maravillarme 
    mientras mi cumpleaños se alejaba aunque el clima diera vuelta en redondo 
    y el gozo verdadero del niño muerto hace tanto tiempo 
    cantaba ardiendo bajo el sol. 
    Cumplía treinta años hacia el cielo y en el mediodía del verano 
    aunque la villa al fondo se cubriera de hojas por la sangre de octubre 
    oh que en este alto cerro 
    a la vuelta de un año 
    la verdad de mi corazón se cante todavía. 

    Dylan Thomas (Swansea, Gales, 1914 - Nueva York, 1953). Poeta galés en lengua inglesa. Durante un tiempo trabajó como periodista para el South Wales Evening Post y durante la Segunda Guerra Mundial, como guionista para la BBC. Escribió también guiones radiofónicos y cinematográficos. Se dio a conocer como poeta con Dieciocho poemas (1934). Defendió sus concepciones estéticas en Retrato del artista cachorro. Murió en Nueva York el 9 de noviembre de 1953, sus últimas palabras fueron: "He bebido 18 vasos de whisky, creo que es todo un récord".