Si no te quise mañana,
por qué iba a quererte hoy, así,
como te querré en épocas pasadas.
Los planetas no se alinean
con las salamandras,
hojas secas se visten de guerras
bajo esta suela descalza.
Desmembrarse,
padecer el sentimiento retráctil,
sumirse en una voracidad de atalaya,
claudicar de la humanidad frágil.
En el fondo
sólo quieren descendencias millonarias,
rascacielos de transparencias a fuera.
Las balas hacen las veces de muerte
o tapones para sonidos
que duermen bajo las nubes de nitrato y azufre.
En lo triste
quieren seguir ganando a pesar y después,
más allá, mientras tanto...
el hambre.