Canción del andén, de José Ángel Buesa | Poema

    Poema en español
    Canción del andén

    Nadie vino a esperarme. 
    Yo me encogí de hombros y me eché a andar: 
    Soy un hombre de paso, simplemente; 
    soy simplemente un hombre que llega y que se va. 

    No conozco este pueblo, 
    este pequeño pueblo junto al mar: 
    Hoy, por primera vez, miro estas casas 
    con sus techos de tejas y sus muros de sal. 

    Pero sé que esta calle polvorienta 
    le da vuelta a un parque con bancos de metal, 
    y que frente a ese parque hay una iglesia, 
    y que junto a esa iglesia hay un rosal. 

    Yo conozco el chirrido de una verja oxidada, 
    y, entre tantos portales, reconozco un portal 
    —aquel portal de la baranda verde, 
    con un horcón rajado a la mitad—. 

    Y es que estoy en el pueblo de tus cartas de novia, 
    tu viejo pueblo tristemente igual, 
    aunque yo vine demasiado tarde, 
    y aunque tú ya no estás...