La rueda de los azares, de Leopoldo Alas Mínguez | Poema

    Poema en español
    La rueda de los azares

    De un día para otro, todo cambia. 
    Si ayer amanecías deslumbrado 
    y tus ideas parecían claras, 
    hoy mismo, en el espejo del lavabo, 
    has visto al perdedor de las facciones neutras 
    inflado de bostezos 
    y con el encefalograma plano. 

    La brisa que hoy alivia tu paseo 
    mañana es un ciclón que te estremece. 
    En una vuelta, igual que cambia el tiempo, 
    quien tuvo no retiene, 
    el más sincero miente 
    y el sueño del amor se desvanece 
    de puro aburrimiento. 
    En una vuelta orgánica del cosmos, 
    se pierden privilegios, se asustan los valientes. 

    Por un latido a tiempo, la risa más forzada 
    se aparece lozana y sugestiva. 
    y entonces quién no sale a la calle feliz, 
    quién no disfruta haciendo su trabajo, 
    quién no ofrece favores a un amigo, 
    quién no se ilusiona. 
    Pero, a decir verdad, de todos ellos 
    tampoco nadie espera 
    sacar de esos destellos que a veces les alientan 
    alguna cosa clara. 

    Pues ni el más tonto ignora que la vida 
    no tiene, en general, ni sombra de sentido 
    y que el azar, que es dadivoso pero incoherente, 
    no reparte papeles; sólo momentos, escenas, 
    situaciones confusas, 
    estados del humor y la conciencia.