Paciencia, de Manuel Bretón de los Herreros | Poema

    Poema en español
    Paciencia

    Hijo nací segundón 
    de un hidalgo pobretón; 
    y se la fiebre amarilla 
    no barre media Castilla, 
    no espero ninguna herencia. 
    ¡Paciencia! 

    ¿Se vende una obrilla mía? 
    Nadie va a la librería. 
    A título de amistad 
    me la piden... Es verdad 
    que alaban luego mi ciencia. 
    ¡Paciencia! 

    ¿Imploro la protección 
    de algún grave señorón? 
    No, hay mus: inútil empeño. 
    ¡Oh!, pero me habla risueño 
    y me apea la excelencia. 
    ¡Paciencia! 

    ¿Qué puedo dar a mis damas? 
    Sonetillos y epigramas. 
    Llega un cafre, rueda el oro, 
    y me deja el bien que adoro 
    a la luna de Valencia. 
    ¡Paciencia! 

    Si presto, nadie me paga; 
    que es mi suerte muy aciaga; 
    y no hallaré, ¡mala peste!, 
    quien media onza me preste, 
    si la pido en una urgencia. 
    ¡Paciencia! 

    ¿Viene a convidarme Blas? 
    No me halla en casa jamás; 
    y es fijo que ha de encontrarme 
    el que venga a molestarme 
    con alguna impertinencia. 
    ¡Paciencia! 

    El cielo anuncia tronada: 
    saco paraguas...; no hay nada. 
    No lo saco, y aquel día 
    un diluvio nos envía 
    la Divina omnipotencia. 
    ¡Paciencia! 

    Si voy al baile, me atrapa 
    algún ratero la capa; 
    llego helado a mi portal; 
    llamo; no me oye Pascual..., 
    y me quedo a la inclemencia. 
    ¡Paciencia! 

    Te aconsejo comó amigo: 
    no viajes, Fabio, conmigo, 
    que en gran peligro te pones. 
    Si no se asaltan ladrones, 
    volcará la diligencia. 
    ¡Paciencia! 

    No aborrezco el matrimonio; 
    pero mi suerte..., el demonio. 
    No, no me caso. ¡Arre allá!, 
    porque mi dote será, 
    tras de cuernos, penitencia. 
    ¡Paciencia! 

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