Ars moriendi, de Manuel Machado | Poema

    Poema en español
    Ars moriendi

       I 


    Morir es... Una flor hay, en el sueño 
    -que, al despertar, no está ya en nuestras manos-, 
    de aromas y colores imposibles... 
    Y un día sin aurora la cortamos. 



       II 


    Dichoso es el que olvida 
    el porqué del viaje 
    y, en la estrella, en la flor, en el celaje, 
    deja su alma prendida. 



       III 


    Y yo había dicho: «¡Vive!» 
    Es decir: ama y besa, 
    escucha, mira, toca, 
    embriágate y sueña... 

    Y ahora suspiro: «¡Muérete!» 
    Es decir: calla, ciega, 
    abstente, para, olvida, 
    resígnate... y espera. 



       IV 


    Era un agua que se secó, 
    un aroma que se esfumó, 
    una lumbre que se apagó... 

    Y ya es sólo la aridez, 
    la insipidez, 
    la hez... 



       V 


    La Vida se aparece como un sueño 
    en nuestra infancia... Luego despertamos 
    a verla, y caminamos 
    el encanto buscándole risueño 
    que primero soñamos; 
    ... y, como no lo hallamos, 
    buscándolo seguimos, 
    hasta que para siempre nos dormimos. 



       VI 


    ¡Y Ella viene siempre! Desde que nacemos, 
    su paso, lejano o próximo, huella 
    el mismo sendero por donde corremos 
    hasta dar con Ella. 



       VII 


    Lleno estoy de sospechas de verdades 
    que no me sirven ya para la vida, 
    pero que me preparan dulcemente 
    a bien morir... 



       VIII 


    Mi pensamiento, como un sol ardiente, 
    ha cegado mi espíritu y secado 
    mi corazón ... 



       IX 


    El cuerpo joven, pero el alma helada, 
    sé que voy a morir, porque no amo 
    ya nada.