No es cinismo. Es la verdad:
Yo quiero a una mujer mala
fuera de la sociedad.
Una déclassée, lo sé,
pero… ¿la conoce usté?
¡No! Pues, bueno;
sea usted bueno y cállese,
que es el saber más profundo,
y nadie diga en el mundo
de este agua no beberé.
Es hermosa.
Sabe ser
a ratos voluptuosa
y querer,
o no querer.
De la prosa, sabe hacer
otra cosa.
Y es mujer
muy hermosa,
muy hermosa y muy mujer.
Lo tiene todo bonito
mi Phriné…
Desde el cabello hasta el pie
chiquito.
Ahí tiene usté
disculpado mi delito.
—No es delito.
—Ya lo sé.